Soy Ricardo de Barreiro, un islote humano que vive y crea de forma autodidacta.

Empiezo mi vida artística en el año 1997 entre las paredes sin recebar de un pequeño espacio cedido por Paca, mi madre, y por Ricardo, mi padre. Desde ahí, desde lo pequeño y lo íntimo, comienzo a navegar a contracorriente y a arribar a puertos de todo tipo. He hecho series televisivas, películas que ha visto todo el mundo o que no ha visto nadie, piezas de teatro que me han cambiado por dentro y por fuera, contadas en bares que me han hecho crecer a marchas forzadas, exposiciones pictóricas en centros socioculturales y en lugares cuando menos alternativos, muchos textos para salir a flote, y dos libros publicados sobre el desamor y también sobre algo más sugerente y bravío: el amor.

En el año 2018, con ilusión y vértigo a partes iguales, decido comenzar el camino de regreso para volver a mí, a mi espacio todavía en ladrillo en el que todo empezó tiempo atrás, para recebar todas y cada una de las paredes que me construyen por dentro.

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